Yo tenía una idea de cómo quería que fuera mi vestido, Verónica me escuchó y me dijo que me probaría esa idea pero por la forma de mi cuerpo me quedaría mejor otro tipo de vestido. ¡Cuánta razón tenía! A partir de eso me ayudó a ir configurando los detalles del vestido hasta crear la opción perfecta.

El vestido fue "mi vestido", que no sólo triunfó entre los invitados, sino que todo el mundo lo identificaba como una prolongación de mí. Minimalista, sencillo, atemporal, con los detalles justos y una tela con una caída impresionante. Han logrado que me sienta yo vestida de novia y les estaré eternamente agradecida.

Verónica fue perfeccionando mi idea hasta la última prueba junto al resto de su equipo hicieron realidad el mejor vestido de novia que me hubiera podido imaginar. Comodidad y elegancia como el complemento perfecto. Muchas gracias por vuestra profesionalidad, el día de mi boda me sentí la novia más guapa!

Desde el primer momento entendió perfectamente lo que buscaba y lo consiguió al crear un vestido con el que me sentí yo misma y sobre todo cómoda en mi boda.
Muchas gracias por estar siempre al pendiente durante este gran proceso, la calidez del trato y sobre todo por el gran trabajo que realizan.